jueves, 14 de junio de 2012

UN PAJARO EN LA CABEZA

¡ Por lo que más quieras lávate bien esas manos antes de acostarte ! Una vez más el maldito loro había soltado la frase favorita de su madre. Ella, que padecía un trastorno obsesivo-compulsivo, había fallecido hacía unos meses. Ironías del destino, murió de una psitacosis causada por aquel infame pajarraco.
Se le hacía cada día más insoportable la convivencia con aquel repugnante bicho, que, no solo había causado la muerte de su madre, sino que perpetuaba el recuerdo más oscuro y triste de ella.
Se sorprendió a sí mismo pensando, por enésima vez en aquella mañana, en cómo librarse del loro. ¡Vaya dos regalos heredé de ti, madre!, pensó tristemente.

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