domingo, 10 de junio de 2012

EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA


¡ Por lo que más quieras lávate bien esas manos antes de acostarte !. La voz agria de su mujer resonó desde el dormitorio. 
Ella debía permanecer en la cama de por vida, a causa de una rara alergia al gluten, y no le perdonaba que no hubiera abandonado su trabajo en la panadería, y buscado algún otro.
¡ Como si fuera tan fácil !El tenía ya casi sesenta, y no estaban los tiempos para dejar un trabajo. La enfermedad había acabado con el buen carácter de su mujer. Ella, tan dulce antes, era ahora una arpía inaguantable. 
El tomó la decisión por los dos. Se había traído del obrador un saco de plástico medio lleno de harina. Entró en el dormitorio, rápidamente puso la cabeza de su mujer dentro del saco, lo ajustó a su cuello, y dio varias vueltas de cinta de precintar, apretando cada vez más. Le sujetó los brazos, abrazándola con fuerza, y cuando dejó de resistirse y de luchar, agarró el teléfono y llamó a la Policía.


4 comentarios:

ruben dijo...

Muy bueno, pero para el concurso de la Ser deberían ser solo 100 palabras

alfonxiko dijo...

Gracias por tu comentario, Rubén. Desde luego, pasa ampliamente de las 100 palabras, por eso, y porque no veia forma de acortarlo sin que quedara desdibujado el tema, lo deje así. Como no me han llamado de la SER, imagino que no habrán seleccionado el que les mande, asi que mañana habrá otro relato más. Hasta pronto.

Anónimo dijo...

Hola. Alfonxico
Me da miedo conocer a un panadero y además no pienso dormir con el ni la siesta. Cualquiera......
Lo puedes agregar a mini relatos de terror a lo Edgard Alan Poe , si se escribe así.
jajaja
Gloria

alfonxiko dijo...

Gracias, gloria, lamento que tengas tanto miedo del pobre panadero, que en el fondo, es un cacho de pan bendito, su único deseo era ahorrarle años de sufrimiento a su esposa, y hacerlo además lo más rápido posible. Jajajaja